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¿Qué es la Cruz de la Victoria?


Fue una donación a la Catedral de San Salvador de Oviedo por parte de los Reyes de Asturias, Alfonso III el Magno y Jimena de Asturias, en el año 908 d.C.


La tradición cuenta que dentro de esta cruz, se encuentra una de madera, la que el rey Don Pelayo alzó en la Batalla de Covadonga del año 722. 

Actualmente es el símbolo del Principado de Asturias, ya que aparece en su bandera y en su escudo.

Con esta imagen se refleja la historia del Reino de Asturias:
  • Su inicio de la mano de Don Pelayo
  • Su “final” con Alfonso III, debido a la división del reino entre sus hijos, mediante la cual quedó, El Reino de Asturias, integrado en el Reino de León.
Se encuentra en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo.

La cruz de la Victoria es de tipo latino, y está formada por dos piezas de madera unidas en el centro de la cruz, donde se encuentra un compartimento para albergar reliquias. 

Dicho compartimento contuvo en el pasado un fragmento del Lignum Crucis. 


Los brazos de la cruz, que parten de un medallón central, se ensanchan ligeramente desde el medallón conforme avanzan hacia los extremos, que acaban en tres medios círculos rematados a su vez por otros tres círculos casi cerrados. 

No obstante, el extremo inferior de la cruz, que le sirve de base, termina en dos círculos casi cerrados y no en tres, a fin de dejar espacio al astil que permite mantener la cruz en posición vertical.

La cruz mide 920 mm de alto por 720 mm de ancho, y el diámetro de su medallón central mide 140 mm. 

Los brazos laterales de la cruz miden 230 mm cada uno. El brazo superior mide 350 mm y el inferior 430 mm. 

El grosor de la mayor parte de la cruz alcanza los 25 milímetros, aunque el grosor del medallón central llega a los 40 mm. La cruz de la Victoria pesaba 4.967 gramos.​

La cruz está recubierta con oro, esmaltes y pedrería tallada o en forma de cabujón, y su estilo muestra ciertas semejanzas, en opinión de diversos autores, con la orfebrería carolingia del siglo IX.​ 

En el reverso de la cruz, que es liso y contiene escasas labores de orfebrería, hay incrustadas cuatro gemas en forma de cabujón en cada uno de los extremos. 

Otras gemas más pequeñas están incrustadas en los bordes, y los clavos que fijan la lámina de oro a la cruz de madera están ocultos por florecillas, esferitas y formas amigdaloides soldadas.

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