E. Martínez de Pisón, “Los componentes geográficos del paisaje”:
El autor se centra en una exposición de la evolución de la Geografía del Paisaje, para poder entender mejor el problema de la terminología en relación al Paisaje y al Territorio.
Para esa evolución el autor se basa en la revisión historiográfica europea, aportando semejanzas y diferencias en la evolución en cada país o escuela.
Es fundamental la relación entre la parte natural y la parte humana del Paisaje, es decir, la interrelación entre el ser humano y su entorno, creando de esta forma un paisaje, que sobrepasa el concepto de territorio, al impregnarlo con la identidad de un pueblo, y por tanto con significados culturales conectados con ese territorio.
Además de esa relación, para el autor es importante, la configuración del territorio, es decir, el aspecto formal del mismo.
Teniendo en cuenta que es una configuración dinámica, y por lo tanto le da una secuencia temporal al paisaje.
J. M. Mateo Rodríguez, "La concepción sobre los paisajes vista desde la Geografía":
El autor comienza su artículo exponiendo unas nociones básicas sobre el Paisaje y la formación de identidades, además de la relación existente entre el Espacio Geográfico y el Patrimonio cultural.
También expone el motivo del problema de la terminología, que se debe al uso de conceptos geográficos en otras disciplinas, lo que lleva a una confusión teórica y metodológica.
Al igual que el autor anterior, realiza una revisión historiográfica, del término paisaje. A través de esa evolución el autor declara que hay dos tipos de Paisaje, que están interconectadas, como son el Paisaje Natural y el Paisaje Cultural.
Siempre que se investigue en relación a uno de los dos paisajes, hay que tener presente las interconexiones de ambos, para poder obtener una visión de conjunto.
Tras esto, pasa a explicar su concepción de cada uno de esos paisajes, teniendo en cuenta que no son independientes pues están interconectados, y que esa conexión es la que da sentido a la Gestión del Patrimonio.
G. Navarro Bello, “Una aproximación al paisaje como patrimonio cultural”:
El autor de este artículo se acerca al Paisaje desde la perspectiva del valor patrimonial.
Pues para él, cualquier paisaje está impregnado de identidad cultural, al estar en contacto con el ser humano.
De esto deriva un sistema paisajístico con tres niveles, que son el Geosistema (ambiente), el Sociosistema (sociedad) y el Sistema Cultural (cultura), los cuales son dependientes entre sí y forman un paisaje con memoria e historia.
Tras esto el autor expone una evolución del concepto de paisaje, similar a los otros autores, dividiéndolo en tres (pre-moderno, moderno y post-moderno).
Según el autor, en la última etapa y desde una perspectiva fenomenológica, se da un ordenamiento conceptual, basado en el espacio, lugar y paisaje, relacionado con el significado y la carga simbólica.
J. Nogúe i Font, “Geografía humanista y paisaje”:
Este autor realiza, igualmente, una evolución del término paisaje a través de las diferentes escuelas europeas, haciendo especial mención a la Escuela humanista.
Del mismo modo, expone el uso del término paisaje por otras disciplinas en los siglos XIX y XX, quienes le devuelven su importancia, tras una etapa de desuso.
Estas son, entre otras, la Sitología, Paisajismo, Antropología, Literatura, Cine,…
Para él, el paisaje es “una realidad viva, dinámica y actual” de la que se obtiene una experiencia del lugar.
El autor, en definitiva, realiza un análisis conceptual sobre el estudio del Paisaje desde el enfoque humanista, desde donde se puede recuperar el término más fácilmente.
J. Nogúe i Font, “Paisaje y sentido de lugar”:
El autor, en un primer momento, aborda el tema del paisaje en relación con la identidad territorial. Para ello expone que el paisaje es el mundo, junto con la construcción de ese mundo, por lo que estaría basada en percepciones, dando lugar al sentido de lugar y pertenencia.
Dentro de ese mundo, estarían los “no lugares”, que se crean por la globalización de percepciones (corriente/moda que sigue la mayor parte de la población y hace que todo se vislumbre de la misma manera) y de los propios paisajes.
En el lado opuesto, estarían los paisajes relacionados con el nacionalismo, que serían paisajes de un territorio nacional, con una identidad histórica, social, cultural,… propia.
En segundo lugar, el autor aborda la conflictividad territorial debida a la pérdida de la identidad.
Esto se debe a diversos motivos, como el abandono de tierras por la disminución del mundo agrario, el crecimiento urbanístico desmedido, el establecimiento de equipamiento e infraestructuras que rompen total y rápidamente con el paisaje anterior, además de la aparición de los paisajes de la dispersión, los cuales no se diferencia el paso de un paisaje a otro, creando una continuidad.
Sin embargo, la pérdida de esos paisajes-identidad, en contraposición, ha permitido la creación de plataformas y movimientos sociales que luchan por la recuperación de los paisajes con identidad.
Por último, el autor expone una metodología e instrumentos para la protección, ordenación y gestión del paisaje, a través de los Catálogos de paisaje, con importancia de la valoración de lo intangible y el propio carácter de paisaje.
C. O. Sauer, “La morfología del paisaje”:
El autor, en la primera parte, explica diversas cuestiones sobre el campo de la Geografía, partiendo de la visión fenomenológica para la identificación y ordenación de fenómenos geográficos.
La divide en 3 campos, el primero es la tierra como medio de procesos físicos, el segundo son las formas de vida en el ambiente físico, y la tercera la diferenciación de la tierra en diferentes áreas o hábitats.
Expone que en la visión fenomenológica hay que tener siempre en cuenta la conexión y asociación de los fenómenos, y no solo su clasificación.
El objetivo que se desprende de la Geografía es conocer la escena terrestre y los objetos que se interrelacionan, formando así un sistema.
En la segunda parte, el autor explica el contenido del paisaje, teniendo en cuenta la unión de lo físico y lo cultural, en un área que tiene una identidad propia, pero que no es independiente, si no que se relaciona con otros paisajes, formando así un sistema general.
Esto se estudiaría según el método morfológico o de inducción, como el estudio comparativo de regiones de Ritter.
A continuación, el autor describe el método a seguir en el estudio del paisaje, que se centraría en el método mencionado con anterioridad, para obtener un estudio sistemático.
Para este método haría falta el uso de una terminología descriptiva adaptada a las nuevas ideas. Basándose todo la metodología en un sistema descriptivo.
Por último, el autor expone que el paisaje se divide en paisajes naturales, basado en la morfología física (clima, formas terrestres, formas del mar, formas de vegetación), y en paisajes culturales, basados en la morfología cultural (registro humano en el paisaje anterior).
P. Urquijo Torres & N. Barrera Bassols, “Historia y Paisaje”:
La idea central del artículo es la postura monista en relación a la naturaleza-sociedad, es decir, estas son inseparables pues se encuentran establecidas en un marco común. El paisaje es presentado como una unidad espacio-temporal donde convergen elementos naturales y culturales, teniendo en cuenta la doble vertiente de la dimensión cultural de la naturaleza y la dimensión natural de la cultura.
Por otro lado, la Historia del paisaje es vista como la relación del hombre con su entorno, teniendo presente los diferentes niveles de poder, que representan el acceso a los recursos.
Sin embargo, en relación al paisaje hay que tener en cuenta su percepción, que tiene diferentes modalidades, que suman entre sí, como son la estética, la vivencial/utilitaria, la identitaria y la científica/técnica.
Todo esto enmarcado dentro de las características atribuibles al Paisaje, como son la participación de una cosmovisión de larga duración, junto a una unidad física de elementos, tanto perceptibles como tangibles, además de la escala humana del paisaje.
En este artículo, también, se expone una evolución del término, partiendo de las dos raíces lingüísticas del término, que dan dos concepciones diferentes. Después se pasa a la evolución propiamente dicha, similar a las anteriores. Sin embargo, menciona una serie de propuestas re-unificadoras, a través de las diferentes escuelas.
El artículo finaliza con la visión del paisaje como un concepto geográfico holístico, por lo que hay que tener en cuenta la interdisciplinariedad para poder entender en su totalidad los procesos naturales y humanos, pues ambos participan del moldeado histórico.
CONCLUSIONES FINALES
La mayoría de los artículos reseñados tienen un apartado común, el cual es la evolución del término o concepto de paisaje en relación a la Geografía y sus diferentes escuelas o corrientes historiográficas.
Esto implica la dificultad que conlleva la terminología en estas disciplinas, siendo esta necesaria en determinados momentos para poder esclarecer los conceptos que se manejan en la investigación, ya no solo a nivel geográfico, si no histórico, artístico, historiográfico, arqueológico,…
De esto se deriva la importancia, por tanto, de conceptualizar bien a la hora de poner en valor, gestionar y difundir el patrimonio, sea este del carácter que sea.
Sobre todo, para facilitar al interesado en acercarse al patrimonio el conocimiento y compresión del mismo.
Otro aspecto que tratan casi todos los artículos es la división, pero no exclusión o independencia, del paisaje en Paisaje Natural y Paisaje Cultural.
Cada vertiente del Paisaje se centra en unas perspectivas o ámbitos concretos, pero sin dejar de prestar atención a la otra vertiente.
Ambas partes se complementan pues forman parte de un sistema que las engloba, pues se trata de una “unidad espacio-temporal en que los elementos de la naturaleza y la cultura convergen” (Urquijo Torres & Barrera Bassols, 2009, 230-231).
Esta definición tiene en cuenta tanto la dinámica espacial como la dinámica temporal. Esto implica un cambio en el paisaje, pues varía, si no espacialmente, si de forma temporal.
El paisaje evoluciona a lo largo del tiempo, de forma natural y/o antrópica. Por lo que es necesario especificar en la investigación paisajística el tiempo o periodo del que se está realizando el estudio.
Esto último está estrechamente relacionado con la Historia y la Arqueología, junto con la gestión del patrimonio y con el valor del Paisaje (natural + cultural).
En relación a esto es importante mencionar que el Paisaje, a su vez, está normalmente relacionado con la identidad de un pueblo o grupo social que habita o se siente unido a ese paisaje, creando así unas características propias, que se reflejan en el propio patrimonio paisajístico.
Uno de los aspectos que no se mencionan casi en ningún artículo es la interdisciplinariedad, algo que en mi opinión es necesario para poder comprender e investigar el paisaje en su totalidad, ya sea partiendo del punto de vista natural como del cultural, sin que uno excluya al otro.
Con la interdisciplinariedad se aúnan conocimientos derivados de investigadores de distintas disciplinas, por lo que la amplitud en la investigación del paisaje se enriquece.
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