Mis libros

¿Quiénes eran los DRUIDAS?


¿Cuál es el origen de los druidas?

Los druidas eran los sacerdotes y magos, maestros y jueces. Desde los comienzos de la historia celta fueron una clase educada, respetuosa de su sabiduría. Conocedores de sus propios poderes como intermediarios entre las tribus y los dioses.   

La referencia más antigua de la que se tiene conocimiento data del año 200 a.C. Aunque la descripción fehaciente más antigua proviene del general y político romano Julio César. Recogido en su escrito Comentarios sobre la guerra de las Galias (50 a.C.).   

Escritores grecorromanos posteriores también describieron a los druidas, incluyendo a Cicerón,​ Tácito​ y Plinio el Viejo.​

Tras la invasión de la Galia por el Imperio romano, el druidismo fue proscrito por el gobierno romano bajo el mandato de los emperadores romanos Tiberio y Claudio en el siglo I d.C.

Y acabaría desapareciendo de los registros escritos alrededor del siglo II d.C.  

Estos hombres eran conocidos como los druidas (palabra que originalmente deriva de un termino para “el conocimiento del cedro” o “profundos conocimientos”).

Los druidas formaban un clase privilegiada exentos de impuestos y servicio militar. Esto atraía a gran número de jóvenes que buscaban la iniciación en la orden.

¿Qué tipos de druidas existieron?

Hubo tres categorías en estos sabios:   

  • Los bardos: quienes inmortalizaban la historia y las tradiciones de la tribu.
  • Los auguristas: quienes hacían los sacrificios y adivinaban el futuro.
  • Los druidas propiamente dichos: quienes sabían de leyes y filosofía, conservaban la antigua sabiduría celta.

Los bardos adquirían su conocimiento por tradición oral y reconstruyendo las genealógicas de su gente, ellos componían versos para sus patrones u otros aristócratas. Las escuelas bárdicas, donde se enseñaban estas destrezas, florecieron en Irlanda, a finales del siglo VII.   

Las actividades judiciales de los druidas eran de vital importancia en la sociedad Celta. Todos con jurisdicción propia, arreglaban disputas individuales, homicidios, y pleitos sobre límites territoriales y herencias. Sus decisiones eran indiscutibles. Los druidas eran los filósofos de la sociedad.   

Ellos estudiaban los movimientos de los grandes cuerpos, la astronomía, el tamaño de universo y de la tierra. Además de los poderes y las habilidades de los dioses.

Otro aspecto importante era su estudio sobre la vida después de la muerte. Ellos pensaban que el alma no perecía, pero después de la muerte, pasaba de un cuerpo a otro. Esto influyó en su gran valentía a la hora del combate.

¿Hacían sacrificios humanos los druidas?

Los escritores grecorromanos hicieron con frecuencia referencia a los druidas como practicantes de sacrificios humanos, por lo que los consideraban bárbaros. ​

Los reportes acerca de los sacrificios druídicos se encuentran en los trabajos de Marco Anneo Lucano, Julio César, Suetonio y Cicerón.​

César señaló que el sacrificio se hacía principalmente con criminales, pero algunas veces también se utilizaba a inocentes. Estos eran quemados vivos dentro de un gran muñeco de madera. Ahora conocido como el hombre de mimbre.  

Una descripción diferente, proveniente de un manuscrito del siglo X, afirma que los sacrificios para las deidades Teutates, Esus y Taranis se realizaban, respectivamente, a través del ahogamiento, del ahorcamiento y del fuego.   

Diodoro Sículo aseveró que, para que un sacrificio fuera aceptado por los dioses celtas, tenía que ser realizado por un druida. Pues éstos eran los intermediarios entre las personas y los dioses. Sículo observó la importancia de los profetas en el ritual druida:

«Esos hombres predicen el futuro observando el viento y los cantos de las aves y por medio del sacrificio de animales sagrados: todas las peticiones de la sociedad están bajo su autoridad... y en cuestiones muy importantes ellos preparan una víctima humana; al hundir una daga en su pecho, observando la dirección que desfallece, en que se convulsionan sus extremidades y en que brota su sangre, ellos son capaces de leer el futuro.»

Diodoro Sículo

Se tiene evidencia arqueológica en la Europa occidental que ha sido ampliamente utilizada para respaldar la idea de que los celtas de la Edad de Hierro realizaban sacrificios humanos.

Se han encontrado sepulturas masivas en un contexto ritual fechadas en este periodo en lo que fue la Galia, en Gournay-sur-Arode y Ribermont-sur-Ancre, en lo que habría sido la región de dominación belga. 

¿Qué eran las sepulturas druídicas?

El arqueólogo Jean Louis Brunaux interpretó estas sepulturas como áreas de sacrificios humanos realizados en devoción a algún dios de la guerra.

Aunque este punto de vista fue criticado por el arqueólogo Martin Brown, quien cree que los cuerpos pudieron ser los de guerreros, enterrados en un santuario.​  

Varios historiadores han cuestionado si los escritores clásicos grecorromanos son atinados en sus afirmaciones.

J. Rives comentó que era “ambiguo” si los druidas habrían realizado esos sacrificios. Ya que los griegos y romanos eran conocidos por proyectar como rasgos bárbaros lo que ellos veían en los extranjeros. Incluyendo no sólo a los druidas sino a los hebreos y cristianos también, confirmando así su “superioridad cultural” en sus propias mentes.​    

En una opinión similar Ronald Hutton sintetiza la evidencia declarando que:

“las fuentes griegas y romanas del druidismo no son, como las hemos recibido, de la suficiente calidad para formar una decisión clara y final de si los sacrificios humanos fueron, de hecho, parte de su sistema de creencias”.​   

Ronald Hutton

Peter Berresford Ellis, un nacionalista celta que escribió el libro “Los Druidas” (1994), creía que éstos eran los equivalentes a la casta brahamánica en la India. Y consideró que las acusaciones de sacrificios humanos permanecían sin ser probadas.

Mientras que la experta en literatura medieval galesa e irlandesa, Nora Chadwick, pensaba que los druidas eran grandes filósofos. Y defendió fervientemente la idea de que no estaban involucrados en los sacrificios humanos y que dichas acusaciones eran propaganda imperialista de Roma.​

 

Comentarios