¿Qué es la Arqueología?

Definición

La arqueología es la ciencia que estudia, describe e interpreta una sociedad pasada a partir de sus restos materiales (objetos de piedra, cerámicas, madera, huesos, tejidos, construcciones, etc.).

Surge en Europa en el s. XIX en relación con el oficio de anticuario, persona aficionada a las antigüedades, o cosas del pasado, ya fuera para su colección o reventa. Estuvo en auge durante la etapa del colonialismo europeo (fines ss. XIX-pp. XX), cuando los museos de este continente se llenaron de piezas provenientes del resto del mundo, como momias egipcias, objetos mesopotámicos, calendarios mesoamericanos, etc.

Aunque los estudios arqueológicos más conocidos son los relacionados con la Prehistoria y la Edad Antigua, la investigación a través de métodos y técnicas arqueológicas incluye cualquier etapa de la Historia, incluidas las más recientes.

Ramas

La arqueología posee una enorme cantidad de subdivisiones, dependiendo del criterio de clasificación que adoptemos. Las más comunes son las siguientes:  

En función del periodo histórico que estudie:

• Arqueología prehistórica: se centra en el estudio de las culturas prehistóricas que no conocieron la escritura. 
• Arqueología protohistórica: estudia las sociedades ágrafas, es decir, sin escritura, que estuvieron en contacto con sociedades con escritura.
• Arqueología del mundo clásico: estudia las culturas del mundo mediterráneo, sobre todo Grecia y Roma.
• Arqueología medieval: se basa en fuentes materiales y escritas, entre los siglos IV y XV.
• Arqueología postmedieval: estudia las sociedades de la época Moderna.
• Arqueología industrial: se dedica al estudio del Patrimonio Industrial, es decir, conjunto de los bienes muebles, inmuebles y sistemas de sociabilidad relacionados con la cultura del trabajo surgido de la “revolución industrial”.
• Etnoarqueología: se encarga de estudiar culturas vivas y objetos que aún están presentes como forma de obtener datos que den claves sobre las culturas pasadas.

Dependiendo del tema de estudio encontramos, entre otras:

• Arqueología de la muerte: se encarga del estudio del mundo funerario desde múltiples puntos de vista (social, económico, ritual, etc).
• Arqueología del paisaje: se centra en analizar, a través de la cultura material, la dimensión espacial de los grupos humanos, es decir, en explorar cómo los éstos se han ido relacionando con el espacio geográfico a lo largo del tiempo, apropiándose de él, transformándolo y otorgándole diferentes significados culturales
• Arqueología experimental: se basa en la realización de experimentos para probar teorías o poner a prueba un objeto o mecanismo con el fin de establecer, probar o negar, explicaciones correspondientes al pasado y para las que no hay historia escrita ni vestigios claros.
• Arqueología de campos de batalla: centra sus esfuerzos en comprender los eventos bélicos o militares ocurridos en un determinado lugar y en tiempos remotos, especialmente las batallas célebres que pusieron fin o comienzo a dinastías, imperios, invasiones, etc.
• Arqueología de la producción: se ocupa del estudio de las actividades y procesos que hacen posible la transformación de los productos en otro tipo de bienes, estudiando tanto los restos materiales exhumados en las excavaciones, como el contexto económico y social en el que se producen.
• Arqueología de género: Esta rama enfoca sus estudios en la comprensión de los roles asociados antiguamente a cada uno de los sexos humanos, para así comprender mejor la evolución de los mismos en el pasar de la historia, y comprender por qué hoy en día entendemos que una mujer o un hombre deban ser social y culturalmente de una manera específica y no de otra.

¿Cuál es la labor del arqueólogo?

Los arqueólogos son las personas que estudian el pasado a través de los restos de la cultura material, aplicando la metodología arqueológica.

Su trabajo consiste en reconstruir todos los aspectos de la vida de los grupos humanos a partir de las manifestaciones materiales que nos han dejado. 

Para ello, utilizan diversas técnicas, cada vez más modernas, que les permiten “leer” los restos de la cultura material y obtener de ellos información sobre diferentes aspectos del comportamiento humano.

El trabajo del arqueólogo es muy variado y no se limita a la excavación arqueológica, pues ésta es sólo una parte del proceso de investigación que le lleva a la reconstrucción de un hecho histórico. Básicamente su labor se divide en dos grandes bloques: el trabajo de campo y el trabajo de laboratorio.

Trabajo de campo

Como su nombre indica, se desarrolla directamente en el campo e incluye fundamentalmente la prospección y excavación arqueológicas y el control y seguimiento de obras. 

La prospección consiste en la exploración del terreno para descubrir la existencia de restos arqueológicos a través de técnicas no invasivas; puede ser una prospección ocular, directamente realizada por el arqueólogo, o una prospección geofísica y/o geomagnética que, a través de métodos más complejos, permite conocer la existencia de restos en el subsuelo. 

A ello se les suman, entre otros, los trabajos de planimetrías, levantamientos topográficos, fotogrametría y fotografía con dron.

Trabajo de laboratorio 

Es más desconocido y se lleva a cabo antes y después del trabajo de campo. 

Consiste en el análisis de los restos obtenidos e incluye, entre otros, la elaboración de Informes de diversa índole (para el seguimiento arqueológico de obras civiles, para petición de proyectos de investigación, para museos, incautaciones…), el registro de las piezas procedentes de prospecciones y/o excavaciones (descripción, dibujo, fotografía, estudio), la selección y el preparado de muestras para su análisis…. 

El trabajo concluye con la publicación científica de los resultados y su difusión a través de conferencias, cursos, publicaciones divulgativas, etc.

A su vez, el trabajo de los arqueólogos suele clasificarse de la siguiente manera:

Arqueología de Investigación: centrados en la realización de proyectos de Investigación arqueológica que se llevan a cabo por un equipo de investigadores en un yacimiento concreto a lo largo de varias campañas de excavación. Generalmente están subvencionadas por universidades, organismos autónomos, ayuntamientos, asociaciones culturales e incluso empresas privadas.

Arqueología de Gestión: Es la que realizan algunos arqueólogos a través de empresas privadas, que se dedican profesionalmente a la realización de trabajos de seguimiento de obras tales como la construcción de carreteras, pantanos, edificios, naves, etc., que puedan afectar a elementos patrimoniales. Dentro de esta arqueología cobra mucha importancia en nuestros días la Arqueología Urbana, que tiene lugar en el área de las actuales ciudades superpuestas a las antiguas o las que se ubican sobre cualquier tipo de yacimiento arqueológico.

¿En qué se fija la Arqueología?

El medio

En primer lugar los arqueólogos ponen su atención en el lugar en el que se encuentran los restos arqueológicos, su contexto espacial, localización topográfica, defensas naturales, recursos naturales del entorno, proximidad a vías de comunicación, distribución de yacimientos de un mismo periodo en el entorno…esto es, intentamos buscar una respuesta al porqué un grupo humano se decide instalar en un lugar determinado del territorio.

La distribución del espacio

Otro aspecto que es siempre objeto de nuestro análisis es la distribución y organización del espacio de hábitat.

Cómo se distribuyen las zonas de vivienda, producción, almacenaje, zonas comunes, …y sus características, dan mucha información de como era la vida de las sociedades antiguas que intentamos comprender.

El material mueble de uso cotidiano

Todo el material mueble recuperado en una excavación arqueológica es cuidadosamente recogido, inventariado y estudiado.

Entre este material es muy importante, a partir del Neolítico, el estudio de la cerámica, que da mucha información sobre el tipo de dieta y los hábitos alimenticios, así como sobre la tradición cultural de esa población y de las posibles influencias culturales recibidas de otras poblaciones más o menos lejanas.

También es muy destacado el estudio del material lítico, que ofrece importantes datos sobre la caza, recolección, producciones agropecuarias y sobre el procesamiento que reciben los alimentos antes de su consumo.

Producciones artesanales e industriales

La localización, dimensiones y características de las áreas artesanales y que productos se elaboraban en ellas. Este estudio nos ofrece datos sobre el tipo de organización social, en manos de quién estaban los medios de producción, importancia de las relaciones de intercambio con el exterior…

Elementos singulares o de prestigio

Nos permiten saber cosas sobre lo complejo de una sociedad y, debido a que estos bienes suelen ser exóticos y escasos en la zona en la que se encuentra la población estudiada, nos dan información también de hacia dónde y hasta dónde se extendían las redes de intercambio con poblaciones lejanas y con ello las vías de entrada de nuevas influencias culturales.

El mundo funerario

El modo de tratar a los muertos de una sociedad suele ser un fiel reflejo de esa sociedad en cuestión. Además, quizás sea la principal puerta de acceso que tienen los arqueólogos hacia los rituales y creencias religiosas del pasado.

El estudio de los restos humanos

Relacionado con el punto anterior, el estudio antropológico de los restos humanos recuperados posibilita el conocimiento de detalles demográficos, sociales, de la alimentación y la enfermedad en la sociedad estudiada a través de sus restos arqueológicos.

El tiempo y la cronología

En el estudio arqueológico es también de principal importancia los cambios que se producen, a través del tiempo, en todos los aspectos que hemos ido mencionando con anterioridad, y el origen y las causas de estos cambios. Cada elemento tiene su sentido en su contexto cronológico, por lo que es muy importante situar correctamente cada cosa en el tiempo que le corresponde.

Por ello es vital que sea riguroso el método de excavación que emplean los arqueólogos, esto es, el método estratigráfico. Esto es completado después con los análisis de laboratorio que ofrecen dataciones absolutas de puntos clave de dicha estratigrafía.