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Cronologías Imposibles de la Historia II: Egipto

Egipto

En las cronologías de la civilización egipcia nos encontramos también con la presencia de unos seres, conocidos como Dioses y Semidioses.

Los historiadores ortodoxos prefieren utilizar otros nombres, y a veces los “semidioses” pueden ser traducidos como “manes”, y los Espíritus se quedan convertidos en “héroes”.

Se busca una coherencia en una lógica imposible, aunque sea a costa de profanar lo “sagrado”.

Algunos de los documentos históricos más significativos que registran el pasado de la civilización egipcia son por ejemplo el Papiro de Turín, la Piedra de Palermo, y los textos que escribió el sacerdote egipcio Manetón.

Pero hay más.

El Papiro de Turín

También conocido como Canon de Turín, no se conserva completo, y está escrito en lenguaje hierático.



Se deduce que originalmente debía contener más de 300 nombres de Reyes, detallando con precisión los años, meses y días de cada reinado.

Recoge los reinados de 10 llamados Dioses o Neteru y de varias dinastías de semidioses, como las de los Shemsu-Hor (Compañeros de Horus) y los Venerables de Menfis.

La cronología del Papiro de Turín finaliza así:

“Los Akhu, Shemsu Hor, 13420 años; reinados antes de los Shemsu Hor, 23200 años; total: 36620 años”.

Fragmento del Papiro de Turín

La Piedra de Palermo

A juzgar por el último rey que aparece en el listado, debería pertenecer al reinado del Faraón Neferirkare (2.446 – 2.426 a. C.), Rey de la V dinastía.

Se trata de la mitad de una enorme losa de diorita negra, que originalmente debía medir aproximadamente unos 2 metros de longitud y 60 cms de altura.

Y que actualmente se puede contemplar en el Museo de Palermo, aunque en realidad existen 7 fragmentos en total distribuidos por diferentes museos del mundo.

El documento, en escritura jeroglífica, da cuenta de 120 reyes predinásticos que reinaron antes de que existiera oficialmente la civilización egipcia.

De nuevo aparecen los nombres de los misteriosos “Dioses” y “Semidioses” engrosando las genealogías reales egipcias.

Manetón de Heliópolis

Manetón fue un sacerdote egipcio de Heliópolis que vivió en el siglo III a. C., durante los reinados de Ptolomeo I y II poco tiempo después del historiador babilónico Beroso, siendo ambos casi contemporáneos.

Las cronologías que detalló Manetón encajan perfectamente con el Papiro de Turín y la Piedra de Palermo.

Manetón escribió La Historia de Egipto en 3 volúmenes o tomos, que en realidad ya no existen.

Pero nos han llegado fragmentos recogidos por distintos autores. Por un lado, las citas de Flavio Josefo (siglo I d.C.). Y por otro, los escritos de los llamados “padres” (autores relacionados con la Iglesia), como Julio Africano (siglo III d.C.), Eusebio de Cesarea (siglo IV d.C.), y Sincelo, conocido como Jorge el Monje (siglo IX d.C.).

Eusebio de Cesarea

Pues bien, según recoge Eusebio, una dinastía de dioses reinó en Egipto durante 13900 años: el primer dios fue Vulcano, el dios descubridor del fuego, después el Sol, Sosis, Saturno, Isis y Osiris, Tifón hermano de Osiris, y Horus hijo de Isis y Osiris.

A estos, siguieron dinastías de Semidioses héroes que reinaron durante 11025 años. Lo que hace un total de 24925 años.

A partir de ese tiempo, aproximadamente sobre el 3.000 a.C. reinaría el primer faraón "humano".

Parece que oficialmente es Menes el primer Faraón, también identificado como Narmer, pero seguramente hubo algunos otros anteriores.

De hecho se sabe que anteriormente a Menes reinaron otros monarcas como el Faraón Escorpión y el Faraón ka.

Aquí puedes ver la lista de los primeros Reyes de Egipto, según Eusebio de Cesarea:



Sincelo (Jorge el Monje)

Según transmite Sincelo (Jorge el Monje), Seis dinastías de dioses reinaron durante 11.985 años.

De nuevo, Hefesto dios del fuego, Helios o Sol, Agatodemon, Cronos o Saturno, Isis y Osiris y Tifón hermano de Osiris.

Los primeros 9 semidioses que cita Sincelo son Horus (hijo de Isis y Osiris), Ares, Anubis, Heracles, Apolo, Amón, Titoes, Sosus, y Zeus, abarcando entre estos 9 semidioses un periodo de unos 2645 años aproximadamente de reinado en Egipto.

A continuación, siguen sucediéndose dinastías de semidioses, espíritus, o héroes, abarcando entre todos ellos miles de años de reinados en Egipto, en unas cifras similares a las que establece Eusebio.

Y todo esto, antes de que empezara a reinar en Egipto el primer faraón según la Historia oficial.

La primera Dinastía Legendaria de Egipto, según Sincelo:



Hay pequeñas diferencias entre las cronologías de Eusebio y Sincelo, pero ambas básicamente son muy similares en la línea y en el concepto esencial.

Por ejemplo, Sincelo cataloga a Horus como el primero de los Semidioses, mientras que Eusebio lo nombra como el último de los dioses.

Y además hay que tener en cuenta que ambos autores, Eusebio de Cesarea en el siglo IV, y Sincelo en el siglo IX, así como todos los demás, contextualizan siempre en algo los nombres de los Reyes según sus propias épocas, culturas, lenguas, y lugares de procedencia.

Todo el mundo ha concebido por ejemplo a Isis y Osiris como personajes únicamente mitológicos.

Sin embargo el historiador Sincelo, por citar a uno cualquiera de ellos, basándose en las informaciones de Manetón, da fe de la existencia de este matrimonio de dioses, y establece que reinaron durante 433 años.

¿Dioses, héroes o personajes históricos?

Si todos estos reyes hubieran sido figuras inventadas, probablemente no se hubieran hecho constar la duración de sus reinados en cifras tan exactas, sino que simplemente se habrían presentado esos períodos como espacios de tiempo indefinido.

Llama la atención entonces por qué había tanta precisión en los cómputos de la duración de los reinados, como si hubieran sido acontecimientos completamente reales.

En cuanto al aspecto físico de los seres referidos en las antiguas cronologías, según refieren los escritos, se sabe que los Semidioses, héroes... descendientes de los dioses, eran físicamente mucho más altos, voluminosos y fuertes que los seres humanos.

Por eso se les llamaba también a menudo como “Gigantes”.

A este respecto se han encontrado multitud de momias y esqueletos de individuos, repartidos por toda la Tierra, que vivieron en la antigüedad, que superaban los 2 metros e incluso los 3 metros de altura.

Generalmente solían tener el pelo rubio y ojos claros. Por ejemplo, a través de las distintas fuentes de Manetón se habla del monarca Sesocris, de quien se dice que su estatura era de 5 codos y 3 palmos (unos 3 metros).

Seres transformados como híbridos, mitad animales mitad humanos, imágenes representadas constantemente en la antigüedad, consideradas hoy en día como mitología.

Pero una mitología que sin embargo para los antiguos era una religión muy real.

Otras fuentes

Julio Africano

Por su parte, Julio Africano vuelve a referirse a los dioses, los semidioses, héroes y “espíritus”.

Detalla que después del Diluvio, la primera casa real egipcia tuvo 8 reyes, el primero de los cuales fue Menes de Tis, que reinó durante 62 años.


Otros escritos antiguos recogen fragmentos procedentes de Manetón, como las selecciones latinas de Bárbaro, un autor que se cree que dependió de Julio Africano, y que podría identificarse con el Monje Aniano.

Presenta pequeñas diferencias cronológicas habituales, pero igualmente se explaya en desarrollar largas genealogías de dinastías divinas y semidivinas.

Y otro fragmento del sacerdote egipcio de Heliópolis se recoge en la Crónica de Malalas, en torno al 500 d. C., en el que se explica que:

“El primer Rey de Egipto pertenecía a la tribu de Cam, el hijo de Noé, llamado también Naracó, pero anteriormente a éste, existieron otros antiguos reinos de Egipto, ya señalados por el sapientísimo Manetón”.

Diodoro de Sicilia

No podemos olvidar tampoco el importante testimonio de Diodoro de Sicilia, un famoso historiador griego del siglo I a.C., que empleó 30 años en escribir una Historia Universal, para lo cual visitó todos los lugares y monumentos que mencionó.

En Egipto fue ilustrado por los sacerdotes y eruditos egipcios de aquella época, y no dudó en escribir que los primeros monarcas del país del Nilo reinaban desde hacía 23.000 años.

Otra vez asomaban dioses y semidioses en la cronología de Egipto, en un tiempo en el que todavía no reinaban los seres humanos.

Pero además de estos valiosos escritos, existen otras fuentes, como por ejemplo las que recoge en su libro En busca de la Edad de Oro el investigador Javier Sierra, de la mano de Robert Bauval: 

“Robert Bauval me remitió a otros documentos egipcios mucho más antiguos que los escritos de Manetón, para ayudarme a centrar el problema. Esos documentos son los ya célebres Textos de las Pirámides, hallados en monumentos de ese tipo de la V y VI dinastías, o en los menos conocidos Textos de la Construcción, esculpidos a lo largo de los muros de los templos de Edfu y Dendera. En ellos, según Bauval, se encierra la pieza clave para entender quiénes fueron los verdaderos fundadores de Egipto”.

Por último, también tenemos procedente de las tierras hebreas La Biblia o Sagradas Escrituras como documento histórico en apoyo de la longevidad primitiva, sobre todo en la época antediluviana.

En su primer libro, Génesis, se revela por ejemplo que Noé vivió 950 años. Enós vivió 905 años. Cainán vivió 910 años. Mahalaleel vivió 895 años, y así un largo etcétera.

¿Años convertidos en Meses?

Algunos autores ortodoxos han intentado explicar por qué los historiadores egipcios y los documentos encontrados hablaban de unos reyes antiguos tan longevos y de la existencia de unos seres considerados como dioses y semidioses.

Según esta visión, los años en realidad serían meses, y todo lo referido a los dioses debía considerarse como simple mitología.

Esa sería la única manera en la que podría explicarse el enigma de las cronologías imposibles.

Pero surgen entonces varios interrogantes

  • Si todos los historiadores y documentos antiguos, (piedras, estelas, papiros…) a partir de la primera dinastía oficial de Menes, y siguiendo con las dinastías del Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo, contabilizan siempre los años como años y nunca como meses, ¿Por qué hay que considerar que los años se convierten en meses desde Menes hacia atrás en el tiempo?
  • Dado el dominio magistral de las ciencias y los avanzados conocimientos celestes y astronómicos que tenían los egipcios, ¿cómo podrían confundir, o interpretar, un ciclo anual celeste con todas sus características, estaciones del año, paso de las constelaciones, solsticios… con un ciclo mensual? Para cualquier astrólogo y astrónomo de hoy en día, esa explicación sería un disparate absolutamente espectacular. Se nos hace del todo imposible imaginar que los eruditos de Egipto pudiesen cometer semejante equivocación, antes al contrario, acusar de tal proceder viene a ser poco menos que un insulto para los conocimientos de los moradores de las riberas del río Nilo. La conclusión, evidente, es que un ciclo astronómico anual para los egipcios siempre fue de 1 año natural y nunca de 1 mes. El mismo cómputo del tiempo sirvió para medir los reinados de los faraones humanos y el de los Reyes Dioses. Precisamente el movimiento y la vida de la bóveda celeste constituían para los egipcios la base de su religión, a la que confiaban sus almas, y respetar dichos ciclos cronológicos y celestes era algo absolutamente sagrado e imprescindible.
  • La Historia y Ciencia oficiales han intentado interpretar los años como meses porque no les cuadran las cuentas. Se han inventado un cómputo de tiempo hecho a nuestra medida, a la de los seres humanos en la actualidad. Pero la contabilidad cronológica egipcia o babilónica iba por otro camino. Hemos visto ya, por ejemplo cuando hemos citado el Papiro de Turín, que los reinados de los Reyes se medía minuciosamente en años, meses y hasta en días. Luego entonces no hay justificación ninguna como para poder interpretar o confundir los años con los meses, ni los meses con los días.

Cronologías imposibles en todo el mundo

Pero no sólo fueron los egipcios o babilonios, también los persas, hindúes, griegos…

Todos los pueblos antiguos tenían tradiciones de la gran longevidad de los primeros habitantes de la Tierra.

¿Todos los registros del mundo tenían los mismos errores de computación del tiempo, referenciando a unos reyes tan longevos?

¿De dónde podrían venir tales tradiciones sino del hecho mismo de que los habitantes de aquella época remota antediluviana vivían ciertamente muy largo tiempo?

¿Todo lo presentado aquí es simplemente la fabulación mitológica de los antiguos?

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